Más de doscientos litros de agua han cambiado por completo el aspecto del entorno del arroyo de Pedroches.
El caudal inunda lo que hasta hace una semana eran vados y senderos, alimentado por las pequeñas escorrentías que acercan el agua desde lo más alto de las lomas. Por tramos, el arroyo de Pedroches se presenta como un pequeño río y la fuerza de sus aguas se deja notar en la vegetación de ribera que aparece vencida, cuando no arrancada.
Hicimos la ruta desde el puente califal hasta el viejo puente de hierro de La Palomera. Subimos aguas arriba por la margen izquierda y regresamos por la otra orilla. Es esta una ruta cómoda de poco más de cinco kilómetros que transcurre por senderos, aunque a consecuencia de la crecida del cauce, en algunos momentos hay que improvisar a través del abundante monte bajo.
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