Vereda de Trassierra

El recorrido se realiza a través de un paisaje de gran belleza, comenzando por el casco urbano de Córdoba, siguiendo por la campiña y finalizando en la serranía. La ruta se inicia en el canal del Guadalmellato, junto a la Ronda de Poniente.

El recorrido se realiza plenamente por una vereda acondicionada para facilitar su tránsito peatonal, ciclista e incluso a caballo, sin olvidar al ganado. La ruta sube paulatinamente, pasando por los portones de entrada de las fincas privadas de la serranía cordobesa.
Tras recorrer el primer kilómetro, se advierte un desvío hacia el cortijo de Los Nogales. En sus proximidades, se encuentra el Puente de Los Nogales, un hermoso puente de origen árabe. Desde este punto, y en dirección oeste en la ladera de la sierra, se observa el monasterio de San Jerónimo y, mirando hacia el norte, se divisa la Torre del Cobre.
En los siguientes dos o tres kilómetros (aún hacia el oeste), la ruta cruza el arroyo de los Nogales y aparecen las primeras casas de la sierra, siempre a través de los campos de cultivo de secano de la campiña cordobesa. En este tramo, hasta alcanzar el descansadero de La Gitana, hay restos de una antigua calzada romana.
A pocos metros, cruzamos el arroyo de Vallehermoso. A partir de aquí, se observa un cambio en el paisaje: la ruta se encaja en el barranco de Vallehermoso; se pasa de un marco agrícola a la típica dehesa cordobesa, y la actividad agrícola se sustituye por la ganadera.
El relieve se torna más abrupto y la vegetación comienza a espesarse adquiriendo un aspecto menos antropizado, aportando durante más horas del día zonas de sombra.
La Fuente de los Perros nos recuerda el uso pecuario de la ruta que, desde aquí, se suaviza hasta cruzar la carretera de Trassierra y la urbanización Serranía del Sol. La ladera del Cerro del Hornillo es el punto final del sendero.


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