Esta ruta comienza en el barrio del Naranjo, en dirección al Castillo de Maimón. Por el camino que lo rodea se llega a la Fuente de la Palomera; continúa por el arroyo de la Palomera hasta el Puente de Hierro y el arroyo de Pedroches.
Siguiendo el arroyo, por su margen izquierda, se llega al cortijo de La Trinidad. La vegetación es típicamente mediterránea y, a pesar de su deterioro por el impacto humano y los incendios, conserva su esplendor, siendo el bosque en algunos puntos casi virgen; los jarales, acebuches y olivos en estado de abandono se combinan con el monte bajo. Este lugar tiene un gran interés arqueológico por sus restos romanos y árabes, como el acueducto romano del arroyo de Pedroches.
Continuando el recorrido, hay otro cortijo en la margen derecha: el cortijo de Valero. Aquí se deja el arroyo de Pedroches y se toma, por la izquierda, el arroyo Barrionuevo. Una senda a la izquierda conduce a un collado cerca de la ermita de San Álvaro. Desde aquí parte una vereda por la que se llega al santuario de Santo Domingo.
De vuelta a Córdoba, se puede seguir el arroyo de Santo Domingo para llegar al barrio del Brillante, o regresar por el mismo recorrido.
Siguiendo el arroyo, por su margen izquierda, se llega al cortijo de La Trinidad. La vegetación es típicamente mediterránea y, a pesar de su deterioro por el impacto humano y los incendios, conserva su esplendor, siendo el bosque en algunos puntos casi virgen; los jarales, acebuches y olivos en estado de abandono se combinan con el monte bajo. Este lugar tiene un gran interés arqueológico por sus restos romanos y árabes, como el acueducto romano del arroyo de Pedroches.
Continuando el recorrido, hay otro cortijo en la margen derecha: el cortijo de Valero. Aquí se deja el arroyo de Pedroches y se toma, por la izquierda, el arroyo Barrionuevo. Una senda a la izquierda conduce a un collado cerca de la ermita de San Álvaro. Desde aquí parte una vereda por la que se llega al santuario de Santo Domingo.
De vuelta a Córdoba, se puede seguir el arroyo de Santo Domingo para llegar al barrio del Brillante, o regresar por el mismo recorrido.
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