La ruta comienza en una valla a la que se accede bien desde el camino que sube al monasterio de San Jerónimo, o bien a través de una pequeña senda que parte desde los aparcamientos de Medina Azahara. Desde este punto, el camino desciende hacia el suroeste hasta el antiguo cercado norte de los cortijos de Las Pitas y Córdoba La Vieja. A partir de aquí se pueden elegir dos itinerarios: continuar bajando por el camino que transcurre paralelo a la cerca o tomar una pequeña vereda a media ladera. Si hemos escogido la primera alternativa, al final de la bajada y tras una curva muy cerrada hacia el norte, utilizaremos un cortafuegos que asciende en paralelo al arroyo. En un pequeño claro convergen los dos caminos.
La ruta continúa por una pequeña senda, apenas señalada, que se adentra siguiendo el trayecto que tuvo en su día el acueducto de Valdepuentes. En apenas cien metros, aparecen los primeros restos de esta conducción hidráulica. De esta primera construcción ha desaparecido por completo el vano (o vanos) que salvaba el arroyo, quedando únicamente en pie los apoyos, en donde se aprecia cómo la tubería continuaba soterrada.
Si seguimos el mismo sendero, encontraremos, a unos doscientos metros, un segundo tramo en bastante mejor estado de conservación. En este caso, el acueducto puede cruzarse, y se mantienen levantados los tres grandes arcos de medio punto, el mayor de ellos sobre el arroyo y el más pequeño (en el que se observan pruebas de alguna moderna restauración) sobre un sendero que marcha paralelo al cauce.
El acueducto de Valdepuentes fue diseñado por los ingenieros romanos para conducir el agua del arroyo Bejarano hasta Corduba. Los musulmanes aprovecharon esta conducción para dotar de agua abundante a Medina Azahara.
[ÁLBUM DE FOTOS] [RUTA]
La ruta continúa por una pequeña senda, apenas señalada, que se adentra siguiendo el trayecto que tuvo en su día el acueducto de Valdepuentes. En apenas cien metros, aparecen los primeros restos de esta conducción hidráulica. De esta primera construcción ha desaparecido por completo el vano (o vanos) que salvaba el arroyo, quedando únicamente en pie los apoyos, en donde se aprecia cómo la tubería continuaba soterrada.
Si seguimos el mismo sendero, encontraremos, a unos doscientos metros, un segundo tramo en bastante mejor estado de conservación. En este caso, el acueducto puede cruzarse, y se mantienen levantados los tres grandes arcos de medio punto, el mayor de ellos sobre el arroyo y el más pequeño (en el que se observan pruebas de alguna moderna restauración) sobre un sendero que marcha paralelo al cauce.
El acueducto de Valdepuentes fue diseñado por los ingenieros romanos para conducir el agua del arroyo Bejarano hasta Corduba. Los musulmanes aprovecharon esta conducción para dotar de agua abundante a Medina Azahara.
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